El trato al cliente es una de las claves de cualquier negocio comercial. Y cuando hablamos de salud, todavía más. Y aunque parezca algo evidente, lo cierto es que no todos parecen tenerlo tan claro. Estamos en una época en la que, de alguna manera, se ha encumbrado a la comunidad médica por todos los eventos que hemos vivido en los últimos tiempos. Pero no todos los médicos son iguales, como no todos los mecánicos son iguales.
La razón por la que escogí mi clinica estetica vigo fue, justamente, por el trato que tienen con el cliente. Por supuesto, no quiero generalizar, así que prefiero hablar solo de mi caso particular. La primera vez que busqué una clínica para un retoque estético me sentí un poco perdida. Conocía a algunas personas que habían acudido a alguna clínica, pero prefería ir a un centro diferente en el que no conociera a nadie: me daba un poco de vergüenza que me vieran.
Por otro lado, también estaba un poco dubitativa. No me veía bien en el espejo y sabía que un retoque podía ayudarme a sentirme mejor, pero como era la primera vez tenía algo de miedo a que algo saliera mal, o que fuera peor el remedio que la enfermedad. Cuando por fin di con esta clínica estética Vigo me sentí aliviada. Era exactamente lo que buscaba: un lugar en el que sentirme cómoda, en el que me explicaran las cosas con calma y sencillez, pero en el que también fueran honestos, que no me ‘vendieran la moto’ como hacen en otros sitios.
Hay que tener en cuenta que la medicina estética no es precisamente barata. Aunque se asocia a personas con dinero, mucha gente que conozco que acude a estos sitios es gente normal, con trabajos normales. Por lo tanto, cuando haces un desembolso de este tipo, tienes que estar muy segura de lo que haces. Por eso considero que el trato al cliente debe ser exquisito, no solo para que se siente cómodo, sino para que tenga una garantía de profesionalidad en el tratamiento a realizar.