Las limpiezas de boca son ya una rutina para la mayor parte de la población, pero todavía hay quienes se resisten a ello y consideran que, si se lavan los dientes a diario, no tienen por qué pasar por este proceso.
Las limpiezas de boca son, sin embargo, fundamentales para mantener la salud de la boca ya que no solo se nos limpiará a fondo la dentadura durante esta visita al mejor dentista vigo, sino que también se nos revisará para localizar los posibles problemas que puedan existir y prevenir la aparición de otros que puedan estar comenzando.
No solo se trata de la salud de los dientes, sino también de las encías y de la mandíbula incluso. El dentista nos examinará la boca y nos aconsejará si es necesaria la realización de algún tratamiento o si tenemos que cambiar alguna rutina de limpieza.
A continuación, realizará una limpieza profunda de las piezas sacando cualquier resto de sarro y dejando las piezas impecables, siempre con un gran respeto del esmalte dental. Esta limpieza puede completarse con un tratamiento para blanquear los dientes, como por ejemplo un tratamiento de oxígeno. Este tipo de tratamiento elimina restos como los dejados por el tabaco o el té y permite una mayor blancura en una única sesión.
El dentista nos aconsejará sobre la frecuencia con la que debemos de realizar las limpiezas bucales. Algunas personas pueden hacerlas una vez al año y otros pueden necesitar realizarlas cada pocos meses porque tienen más propensión a formar sarro. Esto es especialmente preocupante cuando los depósitos se producen en la zona bajo las encías, ya que pueden hacer que estas se retraigan y aparezca la piorrea.
Entre limpieza y limpieza en la clínica dental, debemos de llevar a cabo protocolos de higiene siguiendo las normas que nos marque nuestro odontólogo. Lo ideal es limpiar los dientes después de cada comida usando un cepillo manual o eléctrico y, una vez al día preferentemente a la noche, realizar una limpieza más a fondo con cepillos interdentales o con seda para retirar cualquier resto que pueda depositarse en las zonas menos accesibles.
Acabar cada limpieza de boca con un enjuague adecuado ayudará a eliminar las bacterias causantes de la caries y también a arrastrar pequeñas partículas de suciedad que puedan quedar no solo entre los dientes, sino también en la lengua y la zona interior de los carrillos.