Seguro que más de una vez has escuchado a tu madre decir eso de “cierra las cortinas hija, que el sol va a estropear los muebles”. Y es que el sol tiene muchas cosas buenas, pero también una gran capacidad destructiva. Esas mismas cortinas que se usan para proteger del sol acaban al final totalmente destrozadas por sus efectos y es habitual que tras algunos años de uso se vean totalmente amarillentas e incluso se rompan al tirar suavemente de ellas.
Si esto es así en una ventana normal de una vivienda, si la casa está orientada al sol todavía es peor y las cortinas acaban teniendo una vida muy corta. A no ser que se opte por bajar las persianas y vivir en la semioscuridad durante todo el día.
Pero como todo evoluciona, los tejidos también lo han hecho y en el caso de los estores han ido un paso por delante consiguiendo un avance muy grande. Hablamos de la creación de los tejidos inteligentes, capaces de dejar pasar la luz del sol pero no su calor, protegiendo así los muebles pero permitiendo que la estancia esté totalmente iluminada.
Lo mejor es que estos tejidos, de los cuales el mejor ejemplo lo tenemos en los estores screen, no sufren desgaste por el sol y su color está siempre intacto y no se rasgan. Son tejidos muy resistentes que pueden estar todo el día sufriendo de manera directa los rayos de sol sin deteriorarse absolutamente nada y permitiendo que la casa esté iluminada pero fresca.
Estos tejidos también permiten ahorrar en aire acondicionado, ya que al no calentar la casa el sol la temperatura de la misma es más baja y sobre todo es mucho más estable, por lo que el aire acondicionado no tiene que estar constantemente luchando con el calor del sol para conseguir mantener la mejor temperatura.
Estos tejidos se fabrican en colores muy diferentes, por lo que es fácil encontrar aquellos estores que combinen con el dormitorio o con el salón, quedando totalmente integrados en la decoración y dando un aspecto impecable a la estancia. Su gran calidad no está acompañada de un precio exageradamente caro, pudiendo ponerse en las habitaciones de la casa que se desee y pudiendo incluso fabricarse a medida para adaptarse a lugares como las galerías que algunas viviendas tienen y en las que las ventanas son las absolutas protagonistas.