Empecé escribiendo en el blog de su restaurante ya hace bastantes años. El propietario era amigo de mi hermano y se enteró que yo andaba trasteando un poco con los blogs por aquella época. Aunque de cocina no sabía mucho, abrí el blog de su web y empecé a subir algo de contenido sobre las recetas y los platos más típicos de su carta. Así que, poco a poco, empecé a meterme en el mundo de la gastronomía antes de que estuviera tan de moda como ahora.
Con el tiempo, aquella colaboración me sirvió para trabajar en el sector de la comunicación gastronómica, sin dejar de colaborar con mi primer ‘jefe’. Con el tiempo, también su negocio creció hasta abrir dos restaurantes más en la ciudad, cada uno dirigido a un público concreto. Y me vi trabajando como asesor de marketing para la promoción de sus proyectos gastronómicos. Lo cierto es que no tenía formación en este ámbito, aprendí trabajando, equivocándome y acertando de vez en cuando hasta comprender un poco mejor las claves de este negocio.
Y es que todo cambió con las redes sociales a nivel de promoción e imagen de un restaurante sin dejar de lado el marketing tradicional. Para sus restaurantes todavía encargo material publicitario para empresas que sigue siendo útil para promocionarlos en diferentes eventos. Digamos que el propietario está un poco ‘chapado a la antigua’ y todo eso del email marketing y las redes sociales le quedan un poco lejos. Para él lo importante es que la comida esté rica y tener los restaurantes cuidados ofreciendo experiencias únicas. Y por eso me deja a mí todo lo relacionado con la promoción, que estoy un poco más ‘al día’.
Aunque sigo sin considerarme un experto, esta labor me ha abierto algunas puertas y he empezado a colaborar con otros negocios a los que les he expuesto mi labor con material publicitario para empresas gastronómicas que ha gustado bastante. Además, también tengo muy presente la promoción en redes que cada vez es más decisiva de cara a fidelizar a los clientes, sin olvidarme de mis queridos blogs con los que empecé hace ya muchos años.