Si tu cuerpo es tu herramienta de trabajo, debes de cuidarlo todavía con más cariño y, si eres deportista, sabes bien de qué te hablo. Para muchos, un deportista es sinónimo de una persona sana y, por tanto, alguien que podría parecer que no necesita algo como un seguro médico. Pero aunque cuidarse y tener una alimentación sana protege de muchas enfermedades, nada puede hacer para evitar que se produzcan lesiones asociadas con la práctica deportiva. Por no hablar de que nunca hay nadie inmune a la enfermedad.
Si para una persona cualquiera, pongamos un oficinista o un autónomo, un esguince de tobillo puede ser un problema y suponer una baja durante diez o quince días, en un deportista el riesgo es mayor ya que necesitará cuidarse bien a fondo y hacer todo lo posible para que la recuperación sea total, ya que cualquier pequeño problema que se vuelva crónico repercutirá en su rendimiento deportivo.
Por eso, un seguro médico para deportistas es no solo una buena idea, sino que puede ser una excelente inversión que acabe suponiendo la diferencia entre una recuperación rápida y total o una lenta y, en el peor de los casos, un problema crónico por no haber podido acudir al médico a tiempo o no haberse realizado las pruebas específicas que un médico especializado en deportistas sabría recomendar.
Cuando hablamos de deportistas de élite, estos tienen sus propios médicos de equipo. Pero hay muchas personas que practican deporte a nivel semiprofesional o incluso profesional, pero en categorías en las que no hay grandes inversiones alrededor, por lo que es el propio atleta el que tiene que procurarse los cuidados que no le va a dar el club o la federación a la que pertenece.
Es conveniente hablar con varias compañías para conocer los productos específicos para deportistas con los que cuentan o, al menos, como les garantizan la mejor atención dentro de los seguros estándar que tiene a la venta para todo el mundo. Contratar la mejor póliza es fundamental y por eso hay que emplear tiempo en realizar las comparativas con cuidado. Se trata de una elección muy personal ya que cada deportista sabe qué es lo que necesita según su grado de profesionalización y el tipo de deporte que hace, por lo que el trabajo de escoger la mejor compañía debe de ser algo muy personal.