Hay muchas alternativas para evitar que la luz entre en una habitación. Una de ellas son las persianas clásicas, que son las de lamas enrollables que se han utilizado desde siempre en los edificios. Hoy, más modernas y ligeras, son de aluminio en lugar de plástico y eso hace que duren más tiempo, que no se manchen tanto y que no tengan tanto peso, siendo así mucho más fáciles de subir y de bajar.
Pero no es esta la única ventaja de este tipo de persianas. Te comentamos algunas de las cosas que más gustan a quienes las tienen y que también son las que convencen a quienes van a instalar ventanas nuevas de hacerlo con estas persianas.
-Su precio: Las clásicas son persianas baratas lo que es un punto a su favor cuando se realiza la instalación en el hogar. No van a suponer un gran aumento en el presupuesto cuando se cambie de ventanas tanto si se opta por colocar las persianas integradas como si se quiere seguir utilizando las antiguas cajas, un sistema que, si bien ya está superado, es el que prefieren algunas personas debido a que les permite un fácil acceso al mecanismo. Los que ya no quieren usar las cajas solo tienen que o bien desmontarlas o bien taparlas con pladur para que no se note el hueco en el techo, sin que se note que estuvieron nunca en ese espacio.
-Su buen aislamiento: Las persianas clásicas, al contrario que las venecianas, ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico. Muchas vienen reforzadas para aislar todavía más y por eso, cuando cae la noche y se cierran las persianas, la habitación se convierte en un espacio todavía más tranquilo y acogedor. Los ruidos quedan fuera y la paz reina en el dormitorio que es lo que, en definitiva, se desea en este tipo de habitación.
– Su sencillez para reparaciones: Las persianas están formadas por lamas unidas que suben y bajan gracias a una cuerda y a un sencillo sistema de alambres y bobina de enrollado. Si por lo que fuere se estropeara, repararlas es muy fácil y no hace falta contratar a ningún especialista de gran habilidad. Cualquier manitas puede hacerlo y no son pocas las personas que realizan las reparaciones de sus persianas ellos mismos, cambiando una lama o sustituyendo una cuerda vieja sin más problemas.