Pagar más por un jamón, ¿cuándo merece la pena?

Nos encanta comer jamón y en nuestro país lo hacemos de muchas maneras diferentes. Pero el precio jamon iberico de cebo no es el mismo que el de un jamón serrano de cebo y tampoco el mismo que el de un jamón de bellota. Entonces, ¿cuándo merece la pena pagar más y cuándo no?

El jamón ibérico es el que procede de la raza de cerdos ibéricos y es uno de los mejores considerados por su sabor y sus características. Dentro de los jamones ibéricos distinguimos tres tipos:

– El jamón ibérico de cebo. Procede de animales que han sido cebados con pienso. Es un jamón de gran calidad porque es de raza ibérica y por tanto es más caro que otros jamones serranos que no tienen esa procedencia. Por su sabor y por sus características es un jamón perfecto para un bocadillo, ya que al acompañarlo de pan no se acaban de percibir los matices delicados que pueden diferenciar a otros jamones de mayor precio.

– El jamón ibérico de campo. Es el jamón que procede de cerdos que han estado en libertad y que se han alimentado de comida natural. Habitualmente no se alimentan de bellotas aunque pueden formar parte ocasional de su comida. Este tipo de jamones tienen una calidad superior a la de los de cebo ya que los animales han tenido otro tipo de alimentos y han podido realizar ejercicio. Por tanto, es un jamón perfecto para tomar como aperitivo o merienda saboreándolo con un buen vino.

– El jamón ibérico de bellota. Son cerdos alimentados a base de bellotas, lo que le da a sus carnes un sabor muy particular y unos matices únicos. Lógicamente, el porcentaje de cerdos ibéricos alimentados de este modo no es muy alto y por eso son jamones muy caros. Son perfectos para días especiales y para personas que saben apreciar la diferencia y disfrutan de este producto, dispuestos a pagar algo más para poder catar su sabor.

Para los platos cocinados, como los tacos de jamón que se añaden a los guisantes salteados, o para guisos, es suficiente con cualquier jamón de poco tiempo de curación ya que un jamón muy duro podría ser difícil de comer cocido. Solo hay que tener en cuenta que si el producto está muy salado se debe de desalar un tiempo antes de cocinar con él.