Como tratar la rosácea

La rosácea es una enfermedad inflamatoria de la piel que ataca sobre todo al rostro, concretamente a las mejillas, la nariz y el mentón. La piel se vuelve rosa, en ocasiones rojo intenso, se inflama y pueden aparecer incluso granos infectados. En muchos hombres, la rosácea ataca a la nariz, deformándola y haciendo que adquiera la apariencia típica de “nariz de alcohólico”, algo que puede darles muchos problemas.

Es frecuente que además de las rojeces aparezcan pequeñas arañas varicosas, lo que hace que todavía se vuelva más evidente la enfermedad. Al estar en el rostro es altamente visible, lo que acompleja mucho a las personas que la sufren. La rosácea puede verse acentuada con el calor o el frío excesivos.

Muchas personas se cansan de tener que dar explicaciones sobre la apariencia de su piel, así que tratan de cubrir las rojeces con maquillaje. Pero si no se utilizan los productos adecuados pueden acabar agravando el problema al no permitir que la piel respire con normalidad taponando los poros. Un buen producto de maquillaje, recomendado por el dermatólogo, puede ayudar desde un punto de vista estético pero es importante usar el que respete la piel y no contenga productos que puedan irritarla todavía más.

No se conocen a fondo las causas de la rosácea pero los Especialistas dermatologia medica van encontrando métodos cada vez más efectivos para combatirla. Los tratamientos con antiinflamatorios y cremas ayudan a que los brotes sean menos frecuentes y también menos intensos, pero no se sabe todavía como curar la enfermedad de una manera definitiva. La piel con rosácea es frecuentemente una piel muy clara, fina y sensible, pero puede darse también en otros tipos de piel.

Una vez que los brotes se logran controlar y se consigue espaciarlos y suavizarlos, es posible que el dermatólogo nos recomiende algún tipo de tratamiento para eliminar o al menos paliar las rojeces y las arañas vasculares. Actualmente, el láser es el método más utilizado para este fin y ofrece resultados muy buenos, logrando mejorar la apariencia de la persona de una manera notable.

Ponerse en las manos de un buen profesional es el primer paso para poder combatir la rosácea con éxito y recuperar un aspecto normal de la piel, consiguiendo que esta se mantenga sana, sin irritaciones, sin granos y sin picores y mostrando siempre su mejor aspecto tal y como nos gusta a todos.