4 formas de ahorrar en tus compras

Ahorrar en la cesta de la compra es importante ya que esta se lleva gran parte del presupuesto mensual de muchas familias. Pero hay que hacerlo bien, sin renunciar a la calidad ni a los productos que nos gustan, sino más bien potenciando maneras de poder comprarlos ahorrando u obteniendo otros beneficios a cambio.

Te ofrecemos cuatro trucos para ahorrar en las compras y conseguir que el dinero rinda un poco más, algo que siempre es de agradecer.

1- Aprovecha las promociones y puntos. En espacios Web como el club central lechera asturiana se pueden encontrar puntos por las compras de productos que se hacen. Esos puntos pueden más adelante sustituirse por regalos o por descuentos. Una buena oportunidad para ganar regalos solo por el hecho de comprar los productos que habitualmente ya consumíamos.

2- Comprueba los precios en las tiendas online. A veces compramos en un supermercado pensando que es más barato, pero no es así. Si se va a hacer una compra grande se pueden comprobar los precios en las tiendas online de los mismos para ver en dónde podría salirnos más barata la misma compra. Puede llegar a ser sorprendente la gran diferencia de precio que se puede llegar a notar entre una compra y otra. De paso, se puede encargar la compra para recogerla directamente al llegar o para que la envíen a casa. A veces, hay ofertas que permiten el envío gratis a domicilio si la compra supera un importe, ahorrando tiempo y el dinero del desplazamiento.

3- Aprovecha los cupones de ofertas. En Internet hay muchos cupones disponibles para descuentos en tiendas, tanto físicas como online. En el Club Central Lechera, por ejemplo, pueden encontrarse varios cada semana para descargar y hacer efectivos en prácticamente todos los supermercados. Un buen ahorro que además no nos supone nada más que estar pendiente de descargarlos para beneficiarnos de los precios más bajos.

4- Compra productos de temporada. Nos empeñamos en comer productos que no son de temporada y eso hace que paguemos mucho más por ellos. Un buen ejemplo lo tenemos en la fruta. Hay fruta que encontramos todo el año en la tienda, pero el precio y la calidad siempre serán mucho mejores cuando es temporada. De otro modo, estaremos comprando productos de importación muy caros y que seguramente no tengan el sabor que esperamos.

PREGUNTAS INCÓMODAS

¿Por qué la gente se empeña en hacer preguntas de las cuales no tenemos porqué saber la respuesta? A mi esto me pasa demasiado a menudo con uno de mis amigos, constantemente me está acosando a preguntas de las cuales no tengo la respuesta y por mucho que se me pregunte voy a seguir sin tenerla. El otro día me preguntaba que son los bifidus y a mi solo se me ocurría que eran unas bacterias buenas para la flora intestinal y eso porque lo había escuchado en un anuncio de la televisión. Pero eso a mi amigo parece ser que no le llegó y siguió insistiendo hasta que consiguió que me enfadase. No porque no supiese la respuesta sino porque él a sabiendas de que yo no sabía la respuesta seguía insistiendo como si yo fuese un erudito que tuviese que saberlo todo.

Personalmente llevo peor que me insistan con un tema que no saber las respuestas a las preguntas que me hacen. Pero por lo que he podido ver esa manía de preguntar cosas raras es mucho más frecuente de lo que me imaginaba, menos mal que no me hacen a mi las preguntas siempre.

Eso sí, cuando yo hago una pregunta nunca me contesta nadie, parece como si fuese invisible y eso sí que no me parece nada bien. Si yo me molesto en intentar contestar las preguntas de los demás, ellos tendrían que tener la decencia de intentar contestar mis preguntas o es que a lo mejor son preguntas demasiado complicadas para ellos. Esto me ha llevado a no hacer más preguntas a nadie, ya me buscaré yo las respuestas por mí mismo o bien en una enciclopedia o en internet.Personalmente prefiero usar las enciclopedias aunque hoy en día estén en desuso, porque me parecen bastante más fiables que la información que se pueda encontrar en internet. La información que te encuentras en internet no está lo que se dice lo suficientemente contrastada, ya que no se sabe quién ha sido la persona que ha subido la información a la red y no se sabe si es cierta o no.

Mi amiga la chef 

“Te tengo que enseñar a cocinar, así no puedes seguir”. La última vez que apareció por casa le ofrecí dos opciones: o una pizza congelada, o pedir algo a domicilio. Me preguntó si seguía sin cocinar y le dije que sí, que no hay tiempo, ni ganas. Mi amiga me dijo que me iba a enseñar: ella es chef y algo sabe. Es decir, no es chef de un restaurante con estrellas Michelín y cosas así pero es la jefa de cocina en un restaurante de barrio con bastante fama.

Sandra, que así se llama, se queja a menudo que no puede improvisar mucho en su restaurante porque es un poco tradicional, pero que le une una buena amistad con el propietario y, de momento, no piensa cambiar, aunque tal vez en un futuro a medio plazo ponga ella un local propio. De momento, se contenta con improvisar en su casa… y en la mía, porque se ha propuesto enseñarme a cocinar en serio.

Dice que me va a usar para ver si tiene buenas dotes de enseñanza por si le resulta útil para su futuro, ya que también ha tenido contacto con alguna academia de cocina aunque no ha dado el paso precisamente por falta de experiencia. Lo primero que ha hecho en mi casa es enseñarme como hacer nata para montar: cree que lo mejor es empezar por algo sencillo, por algunos postres. ¿Por qué postres? Porque muchos son fáciles de hacer y son muy agradecidos en el sentido de que son muy ricos. Y tiene razón: una vez hice unas galletas súper sencillas en casa (lo único que creo he cocinado) y es toda una satisfacción comerlas y que gusten a los demás.

Aprender como hacer nata para montar ha sido fácil y hacer tres o cuatro postres también. Creo que Sandra tiene madera para enseñar y no le será difícil hacerlo con más gente si se lo propone. Por mi parte ya ha logrado algo: que la próxima vez que venga a casa no le proponga una pizza congelada como cena.

Efectos colaterales 

Desde hace bastantes años, mi trabajo me exigía mucho movimiento, pero era algo que siempre me había gustado. No me veía sentada en una oficina de 9 a 5 durante 30 años como tenían pensando hacer muchos de mis compañeros. Por eso cuando en mi empresa actual me ofrecieron un puesto de relación con los proveedores y me especificaron que debería viajar mucho a mí me gustó. Otras muchas personas tienen reparo a viajar tanto, pero yo llevaba poco trabajando y me pareció una aventura. 

Pero como todo en la vida, una se termina cansando de tanto trajín. Había llegado el momento de parar un poco. Siempre había rendido bien así que hablé con mis jefes para ver si podían recolocarme en la oficina y no hubo problema. Quería algo más tranquilo, pero el trabajo de oficina no es exactamente como yo pensaba. Tiene sus efectos colaterales. Pasarme todo el día sentada me está afectando físicamente. 

Siempre fui una persona estreñida. Tenía mis trucos, y trataba de controlar la alimentación para facilitar las digestiones, sobre todo con mucha fibra y yogur bifidus. En mi anterior puesto me movía mucho, sobre todo viajes cortos tanto en coche como tren o avión. Algunos compañeros con trabajos parecidos a los míos se suelen quejar de que no comen adecuadamente de viaje pero yo soy una persona extremadamente cuidadosa, precisamente porque desde pequeña he tenido bastantes problemas de estómago.

Ahora, no sé si será mi nuevo trabajo o que algo ha cambiado en mi organismo, pero estoy otra vez bastante mal con el tema del estreñimiento: tal vez sea un efecto colateral de pasar tanto tiempo sentada. La cuestión es que yo trato de alimentarme igual, como mucho yogur bífidus y alimentos con fibra pero algo no va bien.

Tal vez debería ir al médico o ser un poco más paciente. Tampoco es que el puesto que me han dado sea muy divertido. No tiene sentido echarse atrás ahora, porque fui yo la que pidió cambiar pero le dará un tiempo más para ver si me adapto y mi cuerpo también se adapta.

Ahorra tiempo en tus compras

Cuando se hace la compra no se trata solo de economizar en lo que se paga por las cosas, sino también de ahorrar tiempo. Normalmente, nos acercamos a las grandes superficies los fines de semana y aprovechamos la mañana o la tarde del sábado para comprar, robando horas a nuestro ocio. Por eso, hacer la compra de una forma inteligente y sin perder tiempo es tan importante.

Hay varias maneras de ahorrar tiempo en las compras y una de ellas es comprando un solo producto en lugar de varios: geles y champús que sirvan para usar todos los miembros de la familia, productos de limpieza que tengan varios usos y, por supuesto, alimentos que todos puedan tomar. Como la leche asturiana semidesnatada que es perfecta para todos los miembros de la familia.

Esto puede hacer que la lista de productos a comprar se reduzca considerablemente, lo que hará que la compra sea mucho más rápida de hacer. Además, se ahorrará dinero y también espacio en el hogar, pudiendo además optar por los envases familiares mucho más económicos.

Otra forma de ahorrar tiempo y dinero en las compras es haciéndolas por Internet. Algunos supermercados ya permiten hacer la compra online gratis y otros cobran un dinero por la gestión. Pero incluso pagando por ello, se ahorra dinero porque se evita coger el coche y desplazarse al supermercado. El tiempo que se ahorra es complicado de valorar, pero seguramente valga mucho más de lo que se va a pagar porque traigan todo a casa.

Si se desea, se puede hacer una gran compra al mes con los productos no perecederos y hacer la compra de frescos una vez a la semana de manera presencial, para poder elegir personalmente lo que más nos guste. De esta manera, solo hay que ir al mercado a por productos concretos sin tener que pasar por todas las secciones del súper.

Para los que prefieren la compra personal, la lista es fundamental. Una lista bien hecha, con todo clasificado por departamentos, hará que resulte muy rápido hacer la compra y también se ahorra dinero porque se evita que se acabe comprando por impulso o se decidan los menús al momento sin pararse detenidamente a pensarlos. Hoy, existen incluso aplicaciones que se pueden compartir entre varios miembros de la familia para que cada uno anote lo que necesita o lo que ve que se ha terminado facilitando así la tarea y evitando pasar tiempo repasando cada alacena.

Pagar más por un jamón, ¿cuándo merece la pena?

Nos encanta comer jamón y en nuestro país lo hacemos de muchas maneras diferentes. Pero el precio jamon iberico de cebo no es el mismo que el de un jamón serrano de cebo y tampoco el mismo que el de un jamón de bellota. Entonces, ¿cuándo merece la pena pagar más y cuándo no?

El jamón ibérico es el que procede de la raza de cerdos ibéricos y es uno de los mejores considerados por su sabor y sus características. Dentro de los jamones ibéricos distinguimos tres tipos:

– El jamón ibérico de cebo. Procede de animales que han sido cebados con pienso. Es un jamón de gran calidad porque es de raza ibérica y por tanto es más caro que otros jamones serranos que no tienen esa procedencia. Por su sabor y por sus características es un jamón perfecto para un bocadillo, ya que al acompañarlo de pan no se acaban de percibir los matices delicados que pueden diferenciar a otros jamones de mayor precio.

– El jamón ibérico de campo. Es el jamón que procede de cerdos que han estado en libertad y que se han alimentado de comida natural. Habitualmente no se alimentan de bellotas aunque pueden formar parte ocasional de su comida. Este tipo de jamones tienen una calidad superior a la de los de cebo ya que los animales han tenido otro tipo de alimentos y han podido realizar ejercicio. Por tanto, es un jamón perfecto para tomar como aperitivo o merienda saboreándolo con un buen vino.

– El jamón ibérico de bellota. Son cerdos alimentados a base de bellotas, lo que le da a sus carnes un sabor muy particular y unos matices únicos. Lógicamente, el porcentaje de cerdos ibéricos alimentados de este modo no es muy alto y por eso son jamones muy caros. Son perfectos para días especiales y para personas que saben apreciar la diferencia y disfrutan de este producto, dispuestos a pagar algo más para poder catar su sabor.

Para los platos cocinados, como los tacos de jamón que se añaden a los guisantes salteados, o para guisos, es suficiente con cualquier jamón de poco tiempo de curación ya que un jamón muy duro podría ser difícil de comer cocido. Solo hay que tener en cuenta que si el producto está muy salado se debe de desalar un tiempo antes de cocinar con él.

Adelgaza con lácteos

¿Sabías que la leche y sus derivados lacteos son fantásticos aliados para las dietas de pérdida de peso? Sus ventajas son muy numerosas, pero queremos destacar seis que nos parecen las más importantes y que te convencerán de usarlos para conseguir tu cuerpo perfecto:

1) Son saciantes. La leche es un alimento muy nutritivo y con gran poder saciante. Por eso, muchas personas dicen que aguantan con cafés con leche sin tomar nada más durante horas. Tomar un café con leche desnatada a media mañana y un yogur a la tarde contribuye a no tener hambre y evitar así el picoteo.

2) Tienen muchas proteínas y poca grasa. Los valores nutricionales de la leche, sobre todo la desnatada y de los yogures son muy buenos. La cantidad de proteínas es alta mientras que la cantidad de grasa es muy baja. Tampoco tienen excesivos hidratos de carbono. Además, se encuentran en el mercado yogures especialmente diseñados para no tener nada de grasa y contar con mayor número de proteínas.

3) Su sabor es muy gratificante. Un vaso de leche con cacao desgrasado, un yogur con sabor a frutas o unas natillas con leche desnatada son casi una golosina. La persona a dieta tiene la tentación de estar tomando algo muy rico, un dulce, pero sin embargo es algo saludable y que no tiene una repercusión negativa en la dieta.

4) Incluso los que tienen más calorías disponen de versiones light. Para los que quieren darse un capricho de vez en cuando, existen en el mercado versiones de postres ligeros para sustituir a las convencionales. De esta manera tomarse un arroz con leche o una crema de chocolate puede ser un pecado en la dieta, pero uno muy ligero y que no tiene grandes repercusiones.

5) La leche puede ser base de comidas. Si comes en la oficina o si quieres cenar ligero puedes combinar leche con fruta y realizar batidos deliciosos, fáciles de llevar en cualquier botella portátil y que además estarán deliciosos. Los batidos de yogur con frutas son también una buena manera de estar llenos mucho tiempo.

6) Te permiten tomar helados saludables. Un helado casero de yogur es una buena manera de poder disfrutar de un postre muy rico sin que eso repercuta en la báscula. Te encantará su sabor y hacerlos no es muy complicado gracias a las modernas heladeras caseras muy fáciles de usar.

¿Qué es el certificado ecológico europeo?

El reglamento Reglamento (CE) 834/2007 es la norma que está en vigor en la Unión Europea, pero cada país tiene autoridad para el control y envasado de productos ecológicos. La certificación de que un producto es ecológico en España está delegada a cada Comunidad Autónoma. En las comunidades puede ser un organismo público o privado el que lleve a cabo los controles y otorgue el sello oficial, pero tanto los públicos como los privados tienen que estar reconocidos por la Unión Europea que es la que marca las pautas del certificado ecológico europeo. Por este motivo encontramos tantos sellos diferentes en función del origen de un producto y de dónde se envase.

En la Unión Europea los términos ecológico, biológico y orgánico referidos a un alimento son equivalentes y se puede utilizar cualquiera de ellos para los sellos o para la definición del producto. Si un producto lleva el certificado ecológico europeo quiere decir que se ha producido teniendo en cuenta estrictas normas de calidad, de bienestar animal, de producción sostenible y de respeto al medio ambiente.

Por ejemplo, una leche ecológica procederá de vacas que pastan al aire libre el máximo posible y que no toman piensos como base para su alimentación. Además, estas vacas, en base al respeto animal y a un modelo sostenible, no tomarán suplementos para dar más leche y tendrán unos descansos establecidos entre fecundación y fecundación. En el caso de frutas, nos encontraremos con que el uso de pesticidas está restringido y que los productos se basan en una producción sostenible. Por supuesto, el respeto al medio ambiente también es imprescindible para este sello, no pudiendo contribuirse a la deforestación para plantar o realizar vertidos contaminantes.

Todo esto da como consecuencia productos de una gran calidad, con todas sus propiedades y el sabor que realmente le corresponde tener. Por eso, cuando algunas personas toman un vaso de leche ecológica sienten que vuelven a la infancia porque su sabor les recuerda al de la leche de verdad, la de toda la vida, procedente de vacas que se alimentan con hierba y que no están sometidas a altos niveles de estrés.

Lógicamente, el coste de producción de este tipo de productos es algo mayor por lo que el coste final también lo es, aunque no tiene que ser lo exageradamente caro que algunas marcas tratan de establecer aprovechándose de la preocupación cada vez mayor del consumidor por llevar a su mesa alimentos ecológicos de calidad.

¿Son iguales todas las carnes grasas?

Si quieres adelgazar o bajar tus niveles de colesterol seguro que te han dicho que tienes que dejar de consumir carnes grasas. Pero ¿son todas las carnes que contienen grasas iguales? La verdad es que no y resulta importante conocer sus diferencias.

Si tus compras un trozo de carne de ternera, por poner un ejemplo, puedes encontrarte con carne que tiene un borde con mucha grasa, como puede suceder por ejemplo con las chuletas para hacer a la parrilla. Esa grasa blanca de los bordes es la que siempre hay que evitar porque es la más perjudicial tanto para el colesterol como para perder peso.

Podemos decir, por simplificar de algún modo, que estamos hablando de la gordura del animal, de la grasa que este ha acumulado y que, por tanto, es la que tiene niveles más altos de colesterol. Algo muy diferente de lo que ocurre con la grasa entreverada que algunos cortes contienen en pequeña cantidad. Por ejemplo, si tienes un trozo de carne de ternera para asar es habitual que tenga pequeñas cantidades de grasa entreverada que son los que hacen que la pieza resulte más jugosa.

Esta grasa entreverada es una gran fuente de Omega 6, fundamental para la salud no solo del organismo en general, sino también de las venas y de las arterias. Por eso, desde siempre nos han dicho que este tipo de cortes no son malos para la salud.

El problema en los tiempos actuales es la alimentación de los animales. Si los animales han sido engordados de manera artificial con piensos, esa carne en general no será de gran calidad y tampoco lo va a ser su grasa, que hay que evitar. Puestos a consumir esta carne de calidad cuestionable pero que muchas veces es la única de la que se dispone, hay que elegir siempre trozos totalmente magros para evitar esas grasas malas.

Por el contrario, en la carne de animales alimentados con pasto, la grasa entreverada no es un problema, sino que es la fuente de Omega 6 de la que hemos hablado. Por decirlo de algún modo, es el equivalente animal a la grasa Omega 3 del pescado, aunque deben de consumirse en menor cantidad. Por eso, si tienes la suerte de conocer el origen de la carne que consumes o las garantías de que procede de ganado ecológico, puedes consumir estos cortes con grasa entreverada de forma moderada sin temor al colesterol o al aumento de peso.

Leche sin lactosa, ¿buena para adelgazar?

Es frecuente que cuando un producto lleva poco tiempo en el mercado de lugar a confusiones. A veces, algunas de ellas perduran en el tiempo y se instalan en la mente de las personas siendo complicado cambiar los esquemas, aunque poco a poco se logra hacerlo. Es el caso de la leche sin lactosa, un producto que ya no es tan nuevo en los mercados, pero sobre el que todavía se suelen decir cosas que tienen poco o nada que ver con la realidad.

Hoy, todas las marcas importantes de leche tienen variedades sin lactosa, un buen ejemplo es central lechera asturiana sin lactosa que se puede encontrar entera, semidesnatada y desnatada. Pero muchas personas no tienen claro qué significa “sin lactosa” y que cualidades tiene esta leche.

Un buen ejemplo lo tenemos en una situación que muchos intolerantes a la lactosa han vivido en cafeterías de todo el país. Al preguntar por la leche sin lactosa, les dicen que no hay, pero que pueden ponerles leche desnatada. Muchas veces, la persona intolerante se queda un poco sorprendida por la respuesta, sobre todo cuando el camarero o camarera insiste en que esa leche le hará menos daño.

La confusión viene de algunas personas saben que la lactosa es un azúcar de la leche e interpretan que la leche sin lactosa es en realidad leche sin azúcar. Como la leche desnatada engorda menos, deducen que es porque no tiene azúcar y, por tanto, tampoco tendrá tanta lactosa.

A esta idea contribuyen algunas publicidades de leche sin lactosa que hablan de “sentirse ligero” con esa leche. Evidentemente, es una forma elegante de decir que esa leche no va a causar flatulencias en la persona intolerante, pero muchos asocian que la leche sin lactosa adelgaza.

Es cierto que la lactosa es un azúcar de la leche, pero realmente, no se elimina de la leche. Se le añade lactasa, un enzima digestivo que ahora se ha logrado producir artificialmente y este actúa sobre ese azúcar deshaciendo sus moléculas y dividiéndolas en dos azúcares diferentes que son fácilmente asimilables por los intolerantes.

Por tanto, la leche sin lactosa tiene las mismas calorías que la leche normal. Si se compra leche entera, da igual que sea con o sin lactosa y lo mismo pasará si la leche es desnatada. Sobre la hinchazón abdominal, la leche solo causa este efecto en los intolerantes y no se trata de engordar, sino de acumular gases por una mala digestión.